Nada se escapa a los dictados de la moda. La ropa, la cocina, la literatura, la decoración… y dentro de ésta, la Navidad no iba a ser menos.
Aunque hay objetos decorativos que perduran en el tiempo y podemos conservar de plena actualidad año tras año, siempre es bueno que exista un poco de innovación, ya sea en la colocación de objetos, en los colores utilizados, en las formas…
Este año, la navidad se rinde a la moda, que por suerte, la convertirá en más Navidad que nunca.
En muchas ocasiones hemos comentado la influencia de los brillos, los juegos de luces y los acabados en oro y plata, que se han hecho dueños de cada rincón de nuestro hogar, y que mejor que esta tendencia para vestir nuestra navidad de plena actualidad!!
Los brillos llegan a tu mesa, y la visten de fiesta, de lujo y elegancia, pero al mismo tiempo, de diseño y vanguardismo. Sobre un fondo blanco o beige, podemos incorporar individuales o caminos de mesa en tonos oscuros como marrones, morados o verdes, de esta manera, los accesorios dorados, plateados y brillantes, destacarán el doble.
Puedes hacer que el protagonista sea el cristal, que brillará de especial manera sobre un fondo oscuro. Además, puedes repartir velas lo largo de la mesa para contribuir a esta brillante tendencia decorativa. El brillo del fuego se reflejará en el cristal, multiplicando su luz.
La combinación de estilos es una de las posibilidades decorativas que mejores resultados aportan a cualquier estilismo, y eso también incluye los navideños. Un ambiente rural es quizá el más adecuado para disfrutar en plenitud estas fiestas, pero eso no quiere decir que el menaje y los accesorios de decoración también deban responder a este estilo. Un ambiente de un estilo rural llevado al extremo, combinará perfectamente con una Navidad absolutamente vanguardista.
Los estilismos navideños no vienen marcados únicamente por la moda imperante, sino que la innovación a la hora de organizar los festejos, cenas y veladas también son quienes mandan sobre la forma de decorar. Las modas de organización apuntan a las veladas de pie como forma de relación y esto hace que la mesa no se sitúe en el centro de la estancia, ni sea el lugar en torno al que tendrá lugar la celebración.
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