Desde ahora, en las paredes sí se escribe, se dibuja y se pinta. Estas opciones te servirán para que tus niños muestren su arte y creatividad en las paredes (sin destrozarlas) de sus dormitorios y cuartos de juego.
Una opción es convertir una pared en una pizarra con una pintura especial. Los colores más habituales son verde (como los tableros escolares) y negro (opción más actual), pero hay firmas como Cuarto Color que han desarrollado hasta 10 colores diferentes en pintura de pizarra. Lo puedes adquirir en tiendas especializadas de pintura y bricolaje.
Otra opción muy divertida es convertir una pared en tablero magnético con pinturas que incorporan partículas metálicas y permiten sujetar elementos directamente en la pared, con imanes. Para que la superficie tenga magnetismo hay que aplicar 3-4 capas y renovarlas cada año (2 capas más). Las hay con acabados de pizarra como las de Bruguer y otras que permiten cualquier acabado como la de Mag Paint (Pinturalmán).
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