En primer lugar, tenéis que recordar que los colores claves para esta celebración son el naranja y el negro. Una combinación de ambos darán un ambiente muy chulo a vuestro hogar.
En la imagen que veis sobre estas líneas, podéis ver cómo queda una casa decorada para Halloween con muy poco presupuesto. Basta con decorar con un gorro de bruja cualquier cuadro o foto que tengáis con cuidado de no estropearlo. Para esto es ideal el material de Post-it porque tienen un pegamento muy suave que resistirá por lo menos durante toda la fiesta. Recortad murciélagos de la misma cartulina y ponedlos por todas las paredes.
Para imitar las telarañas sobre el sofá, podéis usar gasa vieja y raída, así como medias color carne que estén rotas. Si las dejáis colgando, darán una sensación desasosegante, y si les espolvoreáis polvos de talco, todo quedará como más viejo y usado. Los murciélagos también funcionan bien en exteriores, así que podéis pegarlos en vuestra puerta para asustar a los niños que vayan a pediros el famoso “¿truco o trato?”.
Si queréis hacer que la fiesta de Halloween en casa sea un éxito, dejad la entrada sin mucha luzo o iluminada con velas y colgad del techo tiras de tela o de papel, ya veréis cómo los invitados se asustan cuando pasen rozándolas. Conseguid un esqueleto de plástico (valen los de los niños) o de papel y colgadlo en sitios estratégicos para que toda la casa mantenga la misma temática.
Colocad calaveras por la casa, las podéis encontrar en las tiendas de góticos y seguro que en vuestro negocio de todo a 100 más cercano a casa. Conforme vaya acercándose la fecha, seguro que las tiendas se irán llenando de este tipo de adornos.
Como siempre, si queréis hacer un plan más barato, bastará con que estéis desde ya sin retirar las telas de araña de las paredes. Voilá! Tendréis una auténtica casa tenebrosa con cero de coste. Además el polvo también estará por toda la casa sin que tengáis que espolvorearlo todo con polvos de talco.
